Pilar Vidal Medel
Centro de Conservación y Restauración de Bienes Culturales de Castilla y León


Lo más notorio de los estudios de materiales realizados es que, aparte de que nos permiten afirmar sin lugar a dudas que estamos ante una obra de importación realizada en los talleres de Flandes, el estudio dendrocronológico llevado a cabo por técnicos del Museo del Prado ha revelado que la fecha más temprana posible para la utilización de la madera es 1541. De ninguna manera pudo ser pintada antes de ese momento, ya que se corresponde con la fecha de tala del árbol. Este dato apunta a que la pintura pertenecería a la última etapa de la obra de Adriaen Isenbrandt (el artista, nacido en 1490, murió en el año 1551).

Otro aspecto a destacar es que el fondo negro es un repinte realizado con betún, penetrando en la pintura subyacente de color azul a base de albayalde y azurita. El repinte se debió aplicar por cuestiones estéticas puesto que los cristales del pigmento no están alterados, como se puede observar sobre todo bajo condiciones de fluorescencia. El repinte penetra en la capa pictórica original, por la semejanza de medio aglutinante entre ambas. El marco está repintado. El dorado actual se superpone al dorado original y la policromía roja a un estofado en oro y negro (fotos 1 y 2).

Fotos 1 y 2.- En las estratigrafías se distingue perfectamente cómo el betún ha penetrado en la capa de policromía, distinguiéndose los cristales de azurita en las zonas más externas

ESTADO DE CONSERVACIÓN

El estado de conservación se veía amenazado por los pequeños levantamientos de policromía. Este problema, de índole material, incidía también negativamente en la contemplación estética de la obra (fotos 3 y 4).

Fotos 3 y 4.- Detalle en el que se aprecian craquelados con algunos levantamientos de éstos y restos de suciedad

El estrato de superficie desvirtuaba la lectura de la obra. Al oscurecimiento de los barnices debido a la oxidación que acompaña al natural envejecimiento de los mismos, se sumaba la degradación introducida por betunes y suciedad.

TRATAMIENTO REALIZADO

La intervención se ha centrado en la conservación de la obra y la recuperación de su potencial estético e iconográfico, sin enmascarar la impronta del paso del tiempo.

En cuanto a los materiales y tratamientos utilizados son compatibles con el original, estables y reversibles, sin alterar el aspecto ni la materia del original. Tras regenerar la adhesión entre los distintos estratos pictóricos y el soporte de madera, se han eliminado la suciedad y barnices alterados. El repinte negro del fondo no se ha podido eliminar, pues al estar realizado con betún, éste ha penetrado en la pintura de forma irreversible. Toda operación encaminada a eliminar el repinte supondría eliminar parcialmente la pintura original. Se han reintegrado las pequeñas lagunas o faltas de policromía y se ha aplicado un barniz como protección final (fotos 5 y 6).

        Fotos 5 y 6.- Detalles de antes y después de la intervención