Museo las Ferias. Sala Simón Ruiz, 13 de abril – 5 de mayo de 2024
Exposición organizada por la Fundación Museo de las Ferias con las obras donadas por Dª Andrea Concepción Gutiérrez Cisneros y D. Luciano Díaz Sánchez


Este conjunto de obras artísticas que la Fundación ha recibido en concepto de donación está formado por un variado repertorio de representaciones religiosas de procedencias diversas, en el que conviven pinturas sobre tabla, cobre y lienzo, junto con un pequeño relieve en madera policromada.

A la espera de las conclusiones de próximos estudios, ya iniciados, que confirmen nuestras primeras intuiciones, procedencias y atribuciones, nos encontramos con un primer grupo de cinco pinturas sobre tabla de la primera mitad del siglo XVI, dos de las cuales las creemos nacidas en talleres levantinos en los que son habituales elementos característicos como los brocados y nimbos dorados y punzonados. Son los casos de la más antigua de todas, la que representa la escena apócrifa de la Coronación de la Virgen María por la Trinidad, que se remonta hacia 1500, cuyos personajes lucen resplandores y orlas doradas en sus ropajes, y la que representa a San Pedro, del segundo cuarto del siglo XVI, con un rostro de concepción diferente a lo habitual en Castilla, ante un fondo de brocado de oro (las pérdidas de policromía tanto en el personaje como en el dorado del fondo dificultan una detenida lectura de sus características formales y de estilo, debiendo esperar a una intervención que a buen seguro aportará nuevos indicios). Las restantes tres pinturas de esta cronología –deben fecharse en la década de 1530- son las que representan el Bautismo de Cristo, San Benito y San Bernardo. El Bautismo, con personajes de rostros de perfil y vestiduras de pliegues duros y lineales, recuerda las composiciones de los pintores vallisoletanos y palentinos de aquella época, que dejaron su huella en infinidad de retablos de tablas pintadas, muchos de ellos aún conservados en pequeñas parroquias terracampinas, en los que es habitual la fidelidad a los modelos berruguetescos. Las pequeñas tablas de los santos monásticos, que suponemos que son el Benito benedictino y el Bernardo reformador del Císter –ambos con báculo abacial y en actitud de pedir limosna-, quizá formaran parte de un tríptico perdido del que nos falta la tabla central. Completa este primer grupo de obras el ya mencionado relieve en madera policromada de mediados del siglo XVI que representa a San Pablo en una concepción muy popular.

Las tres restantes pinturas son de una calidad artística muy superior: dos de ellas son representaciones de la Sagrada Familia con San Juanito y la restante es una Inmaculada Concepción. La primera de las Sagradas Familias muestra la versión en la que María está enseñando a leer al Niño Jesús, con San Juanito y tres ángeles músicos, siguiendo una creación original flamenca, conservada en la catedral de Rouen (de hacia 1550), llevada al buril en 1581 según dibujo de Bartholomeus Spranger y grabado de Johan Sadeler, con la consiguiente difusión del modelo a través de la estampa. Las características de nuestra tabla nos llevan a un pintor del círculo de Gregorio Martínez –el más destacado de los pintores manieristas castellanos de los años finales del siglo XVI- que conoce de cerca los recursos del maestro. La segunda es una pintura sobre cobre en la que la Sagrada Familia con San Juanito y un angelito, aparecen en un paisaje boscoso que recuerda las composiciones de Pedro Pablo Rubens y, en efecto, a él se debe la creación original de la escena, difundida también a través de la estampa, en este caso, por parte de uno de sus discípulos más cercanos: el grabador flamenco Willem Panneels, quien compuso un grabado a partir de un dibujo del maestro hacia 1631. Una cartela antigua que figura en el dorso del cobre recoge el nombre de Cornelis Schut como autor de la obra, refiriéndose al pintor y grabador flamenco activo en la primera mitad del siglo XVII, del que nos consta su relación directa con el maestro de Amberes; posiblemente lo pintara a partir de la citada estampa (especular) de Panneels. Por último, la Inmaculada Concepción es un lienzo cuyo sentido clasicista nos lleva a obras similares de la tradición pictórica de mediados del siglo XVIII, quizá de procedencia valenciana, sin que podamos determinar por el momento una atribución determinada.


Enlace al audiovisual de la exposición en nuestro Canal de Youtube >>