A pesar de la enorme importancia que ha tenido el correo en la evolución de la sociedad, quizá sea la historia postal una de las disciplinas que merece una revisión a fondo y una consideración más ajustada al papel fundamental que ha jugado como elemento clave de la difusión de la cultura.

Hasta la llegada del sello de correos, han sido muchos y muy variados los sistemas postales que podemos encontrar en una revisión apresurada de las formas de traslado y distribución de noticias, cartas o mercancías en general.

Ciñéndonos a tiempos recientes, la extraordinaria mejora conocida por las comunicaciones y los medios de transporte a partir de un período inicial comprendido entre los años 1750 y 1850 -especialmente desde la llegada del ferrocarril- va a dar origen a una eficacia de los servicios postales no conocida hasta entonces.

Aproximadamente dicha cronología corresponde a la etapa denominada «prefilatélica» no privada, en la que aún no ha aparecido el sello de correos adhesivo como tasa de franqueo previo, tal y como lo conocemos hoy -los primeros de ellos comenzarán a circular el 1 de enero de 1850, con la efigie de la reina Isabel II estampada en diversos colores-, pero ya se ha implantado el carácter público de las estafetas, «caxas» de correos y carreras de postas, gracias al Real Decreto de 13 de julio de 1716, mediante el cual la Administración tomaba oficialmente las riendas de esos servicios postales, hasta entonces muchos de ellos en manos de particulares por la vía de la concesión real.

Así las cosas, los mensajes, cartas, bultos y paquetes llevaban a la vista una serie de marcas que garantizaban el pago del porteo, gracias a las cuales hoy podemos averiguar los lugares de origen del envío y la tasa pagada por su transporte. Son las llamadas marcas prefilatélicas.

En el caso de Medina del Campo, se han catalogado hasta el momento varios tipos de marcas prefilatélicas comprendidas entre los años 1792 y 1854, marcas de franquicia de 1823 a 1849 y marcas de abono de 1848 a 1871. De ese conjunto, y gracias a la generosidad de D. Manuel Martínez Hernández, se exponen temporalmente en el Museo de las Ferias siete cartas o envueltas de cartas, circuladas entre los años 1799 y 1844, que contienen casi la totalidad de las marcas prefilatélicas de correspondencia pública emitidas en Medina del Campo durante el período al que hemos hecho mención.