DOCUMENTOS ARCHIVO SIMÓN RUIZ 22 / JULIO – AGOSTO 2019
Contrato de la policromía del retablo mayor de la iglesia del Hospital General al pintor Francisco Martínez
Valladolid, 11 de abril de 1600
Manuscrito sobre papel / folio, 6 ff.
Archivo Simón Ruiz. ASR, CC, C 224, 322



La revisión pormenorizada de todos los documentos que integran el Archivo Simón Ruiz está propiciando el hallazgo de nuevos documentos, cuyo análisis contribuye al mejor conocimiento, entre otros muchos aspectos, de los pormenores que rodearon la construcción del Hospital General y, en el caso que nos ocupa, de los encargos de obras artísticas que se realizaron para ornamentar su iglesia. Concretamente, el documento que presentamos ahora es el contrato que se hace, en abril de 1600, al pintor vallisoletano Francisco Martínez, de la policromía del retablo mayor de la iglesia del hospital, cuya hechura ya conocíamos gracias a la localización de su contrato (junto con el de las esculturas orantes) firmado en diciembre 1597 y enero 1598 (ASR, C 203, 173), varias cartas de pago por su realización a sus artífices Juan de Ávila, Francisco del Rincón y Pedro de la Cuadra; e incluso trece cartas de pago por la policromía del mismo, a favor de Francisco Martínez, la última de ellas de fecha 1 de junio de 1601 (ASR, C 203, 188-200). Toda esta documentación fue recientemente estudiada por José Ignacio Hernández Redondo para la exposición “Simón Ruiz, mercader, banquero y fundador” celebrada en el Museo de las Ferias en 2016.

Sin embargo, nos eran desconocidas hasta el momento las cláusulas pactadas por el comitente y el artista, esto es: entre Cosme Ruiz Envito (recordemos que su tío Simón había muerto tres años antes) y Francisco Martínez, respectivamente, acerca de las características de la rica policromía que debía lucir el conjunto escultórico, circunstancia que conocemos ahora detalladamente con la aparición del contrato.

El documento consta de veinticinco cláusulas en las que queda detallada “la obra de pintura” que ha de realizarse; entre otras, destacamos las siguientes: primeramente, reparar nudos y hendiduras, dorar con buenos aparejos y oro muy fino (f.1r); hacer “brutescos” a punta de pincel para que corresponda con lo hecho de talla, tanto en los frisos de las cornisas como a los pies de las columnas (ff.1v-2r); que todas las figuras tengan “brocados muy finos y otras telas ricas y damascos diferentes” con guarniciones en las bordaduras de las ropas, salvo las que sean del hábito franciscano que no han de tener colores realzados (f.2r); que entre la primera cornisa hasta el remate superior han de ir las labores “con mayor grandeça y escuridad (sic) y realzadas con mucha fuerza, más que las de abajo, porque a la vista se goce de todo y se entienda lo que es cada cosa”, que todas las encarnaciones se hagan a pulimento “dando a cada rostro el mejor color“, que el Crucificado del ático tenga señales de los azotes “de manera que provoque devoción”, con el paño oscurecido imitando lienzo y la cruz más oscura señalándose las betas de la madera (f.2v); que la custodia tenga muy bien hecha su arquitectura y su interior sea de buen oro “para que dé resplandor” (f.3r).

Los últimos folios están dedicados a las condiciones de ejecución, seguimiento y pago de la obra nombrándose a dos pintores, uno por cada parte, para que valoren los trabajos y estimen lo que falte por hacer. A su término, la obra se entregará a quien determine Cosme Ruiz en la misma ciudad de Valladolid donde se han realizado las labores, obligándose Francisco Martínez a ir hasta Medina del Campo con los ensambladores para proceder al montaje del retablo, corriendo a su costa los ajustes y composturas que haya que hacer.

El costo de la policromía se fija en 1.500 ducados, que se pagarán de esta manera: 300 al iniciarse los trabajos para comprar “oro y colores” y 100 ducados cada mes para sufragar los pagos de los oficiales y otros gastos, fijándose un año para el término de las labores (es decir, en 12 meses los 1.200 ducados restantes); en caso de acabar antes lo cobrarán al concluirlo. El procurador de la Real Audiencia y Chancillería, Francisco Pérez, aparece como fiador del pintor, y Antonio Gómez, Pedro de Benavente y Alonso García como testigos; todos ante el escribano Pedro de Gaona.

Antonio Sánchez del Barrio


BIBLIOGRAFÍA

GARCÍA CHICO, E., Catálogo monumental de la provincia de Valladolid. Medina del Campo. Tomo III. Valladolid, Diputación Provincial, 1961, pp.156-159.

ARIAS MARTÍNEZ, M., HERNÁNDEZ REDONDO, J. I. y SÁNCHEZ DEL BARRIO, A., Catálogo monumental de la provincia de Valladolid. Medina del Campo. Tomo XIX. Valladolid. Diputación Provincial, 2004, pp. 37-38.

HERNÁNDEZ REDONDO, J. I., “El panteón de Simón Ruiz y sus dos esposas: el retablo, las esculturas orantes y la reja”, en Simón Ruiz: mercader, banquero y fundador (ed. Antonio Sánchez del Barrio). Valladolid, Fundación Museo de las Ferias, 2016, pp. 78-89.

HERNÁNDEZ REDONDO, J. I., “Documentos sobre el retablo mayor de la iglesia del Hospital General y las esculturas orantes de Simón Ruiz y sus esposas”, ciclo “Documentos Archivo Simón Ruiz” nº13 (enero-febrero 2018). https://www.museoferias.net/contrato-del-retablo-y-esculturas-orantes-del-hospital-simon-ruiz/


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