Arqueta relicario

Anónimo de los Países Bajos
1600
Madera en su color, hueso y bronce / 31 X 42 X 28 cm
Iglesia parroquial de San Miguel. Medina del Campo

 

arquetaP1010669

 

El reforzamiento del significado de las reliquias, exaltando los valores de la santidad y del martirio frente a los postulados protestantes, provocó una activa circulación de restos sagrados en el ámbito de influencia católica, en ocasiones como producto de saqueos militares o de salvaguarda de posibles destrucciones sacrílegas. 

Esta arqueta, procedente de la parroquia de San Miguel, guarda los cráneos de las Santas Raimunda y Dorotea, dos de las compañeras de Santa Úrsula, cuyo famoso santuario se encontraba en Colonia. En un cajón de la parte inferior se conservan los documentos que autentifican las reliquias; están fechados en 1599 y en ellos se indica cómo el capitán medinense Diego de Durango, después de sus campañas en tierras de Flandes que le llevarían a ser nombrado maestre de campo en Ostende en 1601 (López Ossorio, 1610-1616, pp.280-285), dona estas preciadas reliquias a la iglesia de San Miguel de Medina del Campo. Los restos fueron recogidos en dos cenobios, uno cisterciense y otro de franciscanos menores, proporcionados a tan insigne soldado por su celo piadoso. Los documentos en pergamino y sus sellos de cera se encuentran en un perfecto estado de conservación y en ellos se certifica con precisión tanto la procedencia como el camino seguido por las reliquias, que se convertían en un valioso presente para el templo en el que recibían culto.

El diseño de la arqueta, respondiendo a la línea de muebles clasicistas y muy depurados de ornamentación, influidos por la moda que se trasluce en la arquitectura, presenta unas líneas simples que dividen el espacio con un recubrimiento de madera y marfil, elevándose en la parte superior con la disposición elegante de la tapa curva. Hay que suponer que se trata de un mueble realizado en los Países Bajos, que llegaría a Medina del Campo conteniendo las reliquias en su interior.

Manuel Arias Martínez
Subdirector del Museo Nacional Colegio de San Gregorio