DOCUMENTOS HISTÓRICOS INÉDITOS 23 / JULIO – SEPTIEMBRE 2018
Primeras noticias sobre toros corridos en Medina del Campo en el siglo XV
Medina del Campo, sesiones de 8 y 22 enero y 10 de julio de 1490

Manuscrito sobre papel, encuadernación en pergamino
Archivo Municipal de Medina del Campo. Libro de Acuerdos de 1490
AMMC, H caja 504-7303, ff.99r–102r



La primera noticia que conocemos de un festejo taurino celebrado en Medina del Campo se remonta al 20 de octubre de 1418 –justamente hace ahora seiscientos años-, día en que se celebran en la villa los esponsales de Juan II de Castilla con la Infanta Dª María, hija de Fernando de Aragón. Dice literalmente la Crónica de dicho monarca, en su capítulo VIII: “… Se hizo su desposorio en Medina del Campo, en jueves, veinte días del mes de Octubre del año susodicho (1418)… donde se hicieron muchas fiestas de justas é toros é juegos de cañas…”. La mención expresa a los toros corridos en esta misma celebración también aparece en el capítulo XI, la Refundición de la Crónica del Halconero (año 1418) del obispo Fr. Lope de Barrientos. Bajo el epígrafe “Y cómo se trató casamiento del rrey don Johan con la ynfante doña María, fija del rrey de Aragón”, se dice: “E luego del rey se desposó con la ynfante… y allí se fizieron entonçes muy grandes fiestas y alegrías, asy de justas y torneos como en correr toros”.

Estas noticias, que ya dimos a conocer en agosto de 2000, en el texto titulado “Documentos de asunto taurino”, correspondiente nº 4 del ciclo expositivo “La Pieza del Mes” del Museo de las Ferias, se complementaban con otras fechadas en la última década del siglo XV procedentes del primer Libro de Acuerdos del Concejo, conservado en el Archivo Municipal de Medina del Campo, manuscrito del que ahora extraemos nuevas noticias, también relacionadas con aquellos festejos taurinos. Recordemos que estas noticias se refieren en todos los casos a las compras y pagos de los animales, así como al posterior repartimiento de sus carnes y despojos entre varias instituciones religiosas medinenses. Por entonces había, al menos, cuatro “votos de villa” –es decir, fiestas oficiales de la localidad- en los que siempre había toros corridos: los días de San Juan (23 de junio), Santiago (25 de julio), Virgen de Agosto (la Asunción, 15 de agosto) y San Antolín (2 de septiembre).

En esta ocasión, destacamos las más antiguas noticias taurinas que conocemos por los Libros de Acuerdos municipales: son las fechadas en enero 1490, en las que consta la compra de toros en Salamanca para las fiestas oficiales de aquel año por parte de Diego Quirós “pagador principal” que actúa en nombre de Pedro Gutierres, mayordomo del concejo (AMMC, H, C. 504-7065, ff.4v y 7v, noticias de 8 y 22 enero 1490). Más adelante, el 10 de julio de aquel año, se decide el reparto de las carnes de los animales que se correrán en la próxima fiesta de San Antolín (es la primera cita documental conocida de este “voto de villa”): un toro será para el Cabildo Mayor, constituido por las parroquias de la villa, y los dos restantes para los monasterios femeninos de Santa Clara y Santa María de Dueñas (Idem, f.32v). En años posteriores, además de los establecimientos religiosos, aparecerán también como beneficiarios de las carnes los carpinteros encargados de construir el atalancado para el encierro de los toros (“el çercador”) y el encerradero o toril con su tablado, es decir el “cadalso” (el “del cadalso”); esta entrega se realiza en concepto de pago por sus servicios.

Por los autos de las cuentas “de propios” (es decir, de los bienes municipales arrendados a terceros) de aquel año, sabemos que los toros destinados a ser encerrados y corridos en las festividades oficiales y regocijos públicos de la villa, hacían un total de «once toros al año, a satisfacción de los regidores«, lidiándose dos o tres astados en cada fiesta y correspondiendo su pago a quienes tenían arrendadas las llamadas «rentas del común», que eran entonces las de las carnicerías, del vino, del aceite y de las velas (cera). Concretamente, aquel año de 1490, los toros fueron rematados en los “arrendadores e obligados Isaqui Gatia e don Sininel Abençair el rrabí, judíos…,” y “Yuçe Aben Faras e Ysaque Gayta, judío, su fiador…,” a razón de cien reales cada toro, según se desprende de las Cuentas del Mayordomo del Concejo (Idem, ff. 87r y 88r).

Antonio Sánchez del Barrio

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