Ecce Homo

Anónimo castellano
Segunda mitad del siglo XVII
Papel, tela encolada, pelo natural, ojos de vidrio, base de madera, aparejos y policromía al óleo
Papelón / 63 x 55 x 33 cm / 3.340 g
Iglesia de Santiago el Real. Medina del Campo

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La Presentación de Cristo ante el pueblo, tras los azotes y la coronación de espinas, es frecuente en el arte castellano desde los años finales de la Edad Media. De este momento son las primeras tallas en las que, más allá del momento concreto, ya se busca sintetizar en una sola imagen todos los sufrimientos del drama, aspecto que se acrecienta con la variante del busto -de probable ascendencia italiana-, que comienza a ser utilizada en nuestra escultura desde mediados del siglo XVI. Dos ejemplos muy notables de este tipo iconográfico del Ecce Homo de busto son: el atribuido a Alonso Berruguete por Arias Martínez y Hernández Redondo, de hacia 1525, considerado como la más antigua representación de esta tipología concreta en el arte castellano; y el de Juan de Juni, del Museo Diocesano de Valladolid, de 1540-1545, dado a conocer por Martín González, sin duda uno de los más notables ejemplos de esta iconografía en la escultura de su tiempo.

A medida que se imponen las normas del Concilio de Trento, acentuándose el valor de la penitencia, cambia el mensaje y el número aumenta considerablemente. Hay constancia documental que las cofradías castellanas empiezan a incluir representaciones del Ecce Homo entre sus pasos al menos desde la segunda mitad del siglo XVI. En una fecha tan temprana como 1565, ya se menciona un Ecce Homo en la de Ntra. Sra. de la Pasión y, en 1595-96, en la de Ntra. Sra. de la Piedad, ambas de Valladolid. Al llegar el siglo XVII, el tema supera por completo el ámbito narrativo para pasar a ser el resumen de toda la Pasión. En este contexto hay que situar esta escultura en papelón que se conserva en la iglesia de Santiago el Real.

 

Notas al proceso de restauración del Ecce Homo de papelón de la iglesia de Santiago el Real de Medina del Campo


 

El busto del “Ecce Homo” pertenece a la capilla del relicario de la Iglesia de Santiago el Real de Medina del Campo (Valladolid). Representa a Jesucristo en el momento de ser coronado de espinas y vestido con una clámide púrpura después de la flagelación para recibir las burlas como rey y pasar a ser presentado al pueblo por el procurador romano Poncio Pilato.

Los materiales escultóricos de esta pieza son livianos por lo que se puede decir que pertenece a la tipología de “imaginería ligera”. En ella se constata el interés por lograr un gran naturalismo a través de la técnica y materiales empleados, como el lienzo, ojos de vidrio, pestañas, corona de espinas y pelo natural.

El estudio e intervención sobre esta obra se ha llevado a cabo en el Centro de Conservación y Restauración de Bienes Culturales de Castilla y León durante los últimos 6 meses. Para un mayor conocimiento de la pieza se ha efectuado una toma de muestras para caracterización de materiales por exámenes y estudios en el Laboratorio de Química del Centro complementados con exámenes físicos con diversos tipos de iluminación y un estudio radiográfico (RX).

Al inicio de la intervención el estado de conservación era muy precario. Además de gran acumulación de polvo y suciedad, presentaba un deterioro y pérdida de consistencia y resistencia mecánica de los materiales escultóricos (papel y lienzo encolado), por una desnaturalización de los aglutinantes y adhesivos de estos materiales. También presentaba perdidas de material en la parte superior de la cabeza y del postizo de pelo. Gracias a los estudios y la restauración se ha podido profundizar en el conocimiento de la técnica y materiales empleados en la realización de la pieza.

La parte anatómica del Ecce Homo, está realizado con retazos de papel, modelados y encolados en varias capas con engrudo de almidón. Los ojos son de vidrio soplado y las pestañas de pelo natural. La clámide está realizada con un lienzo grueso de lino encolado, aparejado. Todo el conjunto fue aparejado y policromado al mismo tiempo. La corona de espinas está realizada con una cuerda de fibras naturales entrelazada, encolada, aparejada y policromada de color verde (resinato de cobre). Las espinas son de madera y están insertadas en las intersecciones del entramado de la corona.

Debido al precario estado de conservación, junto al debilitamiento material y estructural, se ha estimado necesario el desmontaje de la clámide del busto, y de éste de la base de madera para proceder a fortalecer y consolidar todos los materiales escultóricos. Para la consolidación del papelón se ha empleado engrudo de almidón de maíz y refuerzos de papel hecho a mano de pulpa de lino 100% donde era necesario reforzar la estructura. Con este mismo material se ha reconstruido la parte superior de la cabeza que estaba perdida. La consolidación de la clámide se ha realizado con cola fuerte de origen animal. El postizo de pelo natural se ha lavado y alineado. Las faltas y pérdidas se han reintegrado con pelo natural del mismo tono del original mediante costura al casquete de la peluca, previo refuerzo del mismo con tul sintético (Nylonet®). El resto de tratamientos han sido los habituales, realizando una limpieza, y reintegración cromática con veladuras de acuarelas y pigmentos al barniz sobre estucado de formulación tradicional.

Juan Carlos Martín García
Centro de Conservación y Restauración de Bienes Culturales de Castilla y León


Equipo de intervención C.C.R.B.C.  (julio de 2011- febrero de 2012)  Restaurador: Juan Carlos Martín García; Químico: Mercedes Barrera del Barrio; Rayos X: Consuelo Valverde Larrosa; Fotógrafo: Alberto Plaza Ebrero; Ebanista:Jesús Angulo Maldonado