DOCUMENTOS ARCHIVO SIMÓN RUIZ – 48 / NOVIEMBRE – DICIEMBRE 2023
Libro de quenta y Raçon de lo tocante A las lavores de viñas y mosto que se coxe y otras cosas”
Medina del Campo, 1684-1706
Manuscrito sobre papel, encuadernación en pergamino / 29 x 21 cm, varias numeraciones
Archivo Simón Ruiz. ASR, H 76



Se conserva en el Archivo Simón Ruiz este librito, que ha sido formado por varios cuadernos con numeración propia y mano diversa, que contienen las anotaciones en borrador de los gastos y cuentas de las labores realizadas tanto en las viñas y majuelos, como en la bodega donde se guardan los vinos de la casa principal de Dª Antonia de Arenas Zumarán, viuda de Pedro de Nava Castillo, escribano del número de Medina del Campo, según leemos en el encabezado que aparece en el primer folio del documento. Ocasionalmente aparecen también otras cuentas, como ocurre con las “de lo que se ba dando al Padre fr. Francisco de Arenas (quizá hermano de la anterior) en quenta de los cinquenta ducados que le e de pagar de este año de 1684…” (f.2). Nada conocemos de los personajes citados, ni su relación – si la hubo- con los sucesores de Simón Ruiz; al menos, no hemos encontrado mención alguna de ellos en el archivo.

Buena parte de las cuentas que figuran en los primeros folios corresponden a las “memorias” anuales que se hacen al “aforar” los vinos conservados en la bodega de la casa; es decir, al determinar la cantidad y valoración de los mismos, a fin de establecer el pago de derechos (según la 2ª acepción del DRAE). Dichos recuentos, a modo de inventario, nos dan buenas pistas para saber el volumen guardado; así, se escribe: “aforáronse de la cosecha del ochenta y siette (1687) a mi señora quinientas y treinta y ocho cántaras en limpio”, “Cosecha de 88 / aforose a mi Sra. una cuba que tuvo en limpio duzientas y treinta y quatro cántaras”, etc. A medida que nos adentramos en el cuadernillo –a partir de la década de 1690-, vamos viendo que las descripciones van siendo más precisas, nombrándose las cubas y cubetos que hay, así como su ubicación en la bodega, resultando: “la cuva fundadora”, “la cuva que esta debaxo de la çerera del corral”, “la cuva primera del seno pequeño”, “el cuveto que está al bajar la escalera”, “la cuva primera del seno grande que es la que está debajo del corral”…, indicándose en todo caso la capacidad en cántaras de cada una de ellas. Las anotaciones de este tipo suelen aparecer tachadas, lo que nos hace suponer que son cuentas en borrador que se pasan a limpio en otro libro más definitivo. Como muestra de datos concretos del volumen de vino conservado, en las cuentas del año 1692 vemos que hay en la bodega “aforada”: 7 cubas, 2 de 245 cántaras, 3 de 235, 1 de 190 y la restante de 175 (f.5v); en los años siguientes hay una media de 3-4 cubas de unas 240-247 cántaras y un “cuveto” o “cuvetillo” de 45-47 cántaras. Con el tiempo, estas cuentas se van simplificando paulatinamente hasta convertirse muchas veces en un simple esquema de datos concretos.

Por otra parte, las cuentas y los pagos de las labores que se hacen en los majuelos llamados de “Torrubio” y de “Carrión” a lo largo del año, nos informan con detalle de los trabajos (con sus costos y sus tiempos) realizados en las viñas, desde la preparación del terreno hasta el fin de la cosecha: su “escavo” y “aradura”, su “alumbro” (alumbrar es, según el DRAE, “desembarazar la vid de la tierra que se le había arrimado para abrigarla, a fin de que, pasada la vendimia, pueda introducirse el agua en ella”)…, la poda, el “desmatar” o “quitar las yerbas”, el “echar los rastros y desgranar”, el “cobijo” de las cepas…,  y otras labores bien conocidas en el aparejo tradicional de los viñedos.

Por último, recordemos que el carácter de “borrador” de cuentas queda confirmado, además de por las tachaduras, por las numerosas hojas arrancadas o rasgadas, las sumas y restas simples que encontramos aisladas jalonando las operaciones, muchas pruebas de pluma (probatio penae) y algunos ingenuos dibujos de animales: un carnero y una cabra (f.19r), un ave rapaz con su presa (f.27v), dos liebres (f.56)…, y un “víctor” a modo de rúbrica, en la contraportada del cuadernillo, bajo el nombre de Pedro de Nava Castillo.

Antonio Sánchez del Barrio


<< Documentos del Archivo Simón Ruiz