Espada llamada “de Cristóbal de Mondragón”
Hoja toledana, 1576-1608 / Inscripción: DE · LVIS / DE · AIALA (marcado)
Guarnición hacia 1728
Acero (la hoja); hierro (la guarnición); madera, terciopelo verde, hilo de plata y hierro (la vaina)
Long. total: 96 cm; long. hoja: 79 cm; ancho hoja: 5,8 cm; vaina: 82 x 6,2 cm
Herederos de Dª María Teresa Murga Mugártegui. Torre Vidarte, Marquina (Vizcaya)
La hoja es ancha y recta, de doble filo corrido y tres mesas por lado; en el tercio fuerte dos vaceos o acanaladuras por cada lado, entre las cuales va grabada la inscripción. Las hojas vaceadas en el primer tercio es común que vayan grabadas con el nombre del forjador, como en el presente caso: Luis de Ayala. Los Ayala fueron forjadores de hojas de espada, de origen vasco, asentados en Toledo donde desarrollaron su actividad. Tomás de Ayala, el padre, alcanzó gran notoriedad como maestro herrero entre 1563 y 1583 llegando a ser uno de los forjadores más demandado y, con frecuencia, más copiado por la calidad de sus hojas. Su hijo, Luis de Ayala, cuyo nombre figura en la inscripción de esta espada, está registrado en Toledo en 1576 y murió antes de marzo de 1609, fecha en que su madre, Catalina Rodríguez, hizo testamento dejando cincuenta misas pagadas por las almas de su marido y su hijo en la iglesia del convento de San Agustín de Toledo.
La espada conserva su vaina, forrada en terciopelo verde muy desgastado, con bordes de hilo de plata en los costados, botón de sección lenticular para la sujeción al tahalí y una contera de hierro con botón plano en la punta. Estaríamos, por tanto, ante una espada rehecha, con una hoja más antigua que la guarnición. Tanto la inscripción en la lámina como la decoración grabada en las valvas nos hacen concluir que no se trata de una espada de munición o de tropa, sino que pertenece a un oficial del ejército. Los motivos cincelados que aparecen en las conchas están dispuestos a la manera heráldica: una presenta dos leones linguados, rampantes y afrontados a una máscara grotesca y debajo dos dragones dispuestos hacia lados opuestos con sus colas unidas. En la otra concha, por su parte, vemos los mismos leones, pero ahora afrontados a un águila bicéfala, debajo dos dragones confrontados y, más abajo, dos perrillos con collar también afrontados. No cabe la menor duda de que la representación de los dragones obedece a su utilización como símbolos parlantes del apellido Mondragón, del mismo modo que aparece en el escudo de armas familiar. Esta circunstancia permite, sin la menor duda, adscribir la propiedad de la espada a un miembro de este linaje, como tradicionalmente se ha venido afirmado. Por un lado, la cronología de la hoja permitiría retrotraer la propiedad originaria al coronel Cristóbal de Mondragón puesto que, cuando muere en 1596, aún está activo Luis de Ayala del que se ha dicho que trabaja en Toledo desde 1576. Esta coincidencia temporal unida a la forma de la hoja -robusta y ancha- que nos sitúa ante un arma de oficial de caballería, estarían en plena concordancia con la atribución de la espada a Cristóbal de Mondragón ya que, por aquellos años, tenía la patente de capitán de caballería ligera, mando que desempeñó mucho tiempo en la frontera franco belga guerreando contra los franceses, aunque luego tendría bajo su mando compañías de infantería, valonas fundamentalmente. Ambos serían argumentos suficientes para sustentar la tradición familiar de la pertenencia de esta espada al héroe de Zierikzee. Sin embargo, si nos fijamos en la guarnición estaríamos ante un arma más moderna con características reglamentarias propias de una espada española de montar de la caballería pesada, fechada en el primer cuarto del siglo XVIII. Estamos, por tanto, ante una espada reformada con una hoja más antigua que las guardas que, si nos atenemos a los motivos decorativos de las conchas, ha sido montada de nuevo en los inicios del XVIII por algún descendiente, más quizá como una reliquia memorable que por el carácter funcional del arma original. Fernando Ramos González BIBLIOGRAFÍA RAMÍREZ DE ARELLANO, R., Catálogo de Artífices que trabajaron en Toledo, y cuyos nombres y obras aparecen en los Archivos de sus Parroquias. Toledo, Imprenta Provincial, 1920; pp. 14-15. DUEÑAS BERAIZ, G., “Francisco de Santiago y Palomares y los espaderos toledanos”, en Gladius XXIII, 2003, pp. 269-306, CSIC, Madrid. DUEÑAS BERAIZ, G., “Introducción al estudio tipológico de las espadas españolas: siglos XVI-XVII”, Gladius XXIV, 2004, pp. 209-260, CSIC, Madrid. TOLEDO MOMPARLER V., “Espada de conchas, Tomás de Ayala, Toledo, siglo XVII”, en Enciclopedia de Espadas Españolas, 2022, https://www.vicentetoledo.es/sites/default/files/1610_espada_taza_c.pdf CALVÓ, J. L., “Espadas de montar para caballería, 1728-1800”, mayo 2006, http://www.catalogacionarmas.com/public/49-Conchas.pdf |