Marchamo de cierre de saca con marca de mercader

Taller anónimo inglés ¿?
Siglo XVI

Plomo troquelado / 5 x 3,5 cm
Fundación Museo de las Ferias. Donación de Iban Redondo Parés



Los cierres o marchamos de plomo han sido objetos tradicionalmente olvidados por la mayor parte de la historiografía europea. Se trata de elementos que solo en muy contadas ocasiones tienen el privilegio de aparecer en los planteamientos museísticos y por lo tanto resulta esencial que subrayemos la importancia de los mismos a lo largo de la historia. Esta pequeña pieza que presentamos forma parte de un tipo de objetos que tuvieron una enorme importancia en el entramado comercial y mercantil de las épocas Medieval y Moderna, y su uso se extendió durante muchas centurias, al menos entre los siglos XIII y XVIII.

La mayoría de estos marchamos se fabricaban en moldes y se aplicaban después al tejido haciendo presión con unas tenazas. Existían dos tipos de marchamos: los de telas y los de sacas. Los que se aplicaban a tejidos servían para indicar la calidad y largura de ese textil en cuestión, la ciudad de fabricación, la identidad del tintorero, los escudos locales o reales como indicativo de haber pagado las tasas correspondientes, etc. Por su parte, los de sacas solían tener un tamaño ligeramente superior y se empleaban para indicar principalmente la identidad del mercader o el pago de impuestos.

El caso que nos ocupa se corresponde con este segundo tipo de plomos, con la particularidad de que no se aplicaba al propio fardo, sino que dispone de una ranura por la que introducir una cinta o cordón utilizado para atarlo al paquete. Esto suponía que el plomo podía ser reutilizado por el mercader numerosas veces. Formalmente la marca del comerciante que aparece en él nos lo sitúa en la Inglaterra del siglo XVI, periodo y reino donde abundaban las marcas “de 4 de cifra”.

Si bien las marcas de mercader han sido más estudiadas, sobre todo en las últimas décadas, los plomos de sacas no han corrido la misma suerte: apenas existen dos catálogos recientes: publicados en Reino Unido (2017) y Bélgica (2019). Aun así, uno de los precursores, el arqueólogo e investigador Geoffrey Egan, fue quien en 1985 identificó este tipo de artefactos, gracias al cual conocemos el uso de este tipo de elementos mercantiles. Arqueólogos como Geoffrey Egan y Tony Pilson, que se dedicaban a recoger estos “pequeños hallazgos” (small finds), fueron ignorados en un principio ya que desde las altas esferas de la disciplina se le acusaba de utilizar métodos poco científicos. El tiempo les dio la razón cuando a principios de este siglo donaron sus colecciones a museos como el Museo de Londres y el British Museum, que contenían marchamos de plomo, matrices y anillos de mercaderes. Objetos todos ellos de los que dichos museos carecían.

Iban Redondo Parés


BIBLIOGRAFÍA

EGAN, G., Provenanced Cloth Seals, Londres, 1988

ELTON, S. F., Cloth Seals. An Illustrated Reference Guide to the Identification of Lead Seals Attahed to Cloth, Londres, 2017

REDONDO PARÉS, I., Las marcas de mercader en Castilla y Europa (siglos XV y XVI), Fundación Museo de las Ferias, Medina del Campo, 2020, p. 62.


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