Santa Teresa de Jesús

 Juan Rodríguez
Mediados del siglo XVIIMadera policromada / 103 x 43 x 43 cm
Santuario de la Virgen del Carmen de Carmelitas Descalzos. Medina del Campo

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El singular y monumental retablo relicario que preside la iglesia del actual convento de los padres carmelitas en Medina del Campo, ocupado hasta su desamortización en 1838 por las agustinas recoletas, fue prolongado con un basamento apeado en cuatro grandes ménsulas que flanqueaban en ambos lados sendas hornacinas en las que se incluyeron las esculturas de San José y Santa Teresa, inexcusables en la inmensa mayoría de los templos de los carmelitas descalzos. Es por ello lógico suponer que ambas fueron añadidas al conjunto a raíz de su llegada al edificio en 1891, quizás de alguno de los conventos que históricamente mantuvieron los carmelitas en Medina del Campo.

La talla de Santa Teresa responde a su iconografía más frecuente, especialmente en el campo de la escultura, en la que se resalta su faceta de escritora recibiendo la inspiración divina. De hecho, y salvando la distancia tanto en calidad como en tamaño, sigue con evidente similitud una de las mejores versiones del mismo creada por Gregorio Fernández para el convento de carmelitas descalzos de Valladolid, hoy Santuario de Nuestra Señora del Carmen Extramuros. La diferencia más notable con las que derivan del modelo más repetido, realizado por el mismo escultor para el Carmen Calzado de Valladolid (Museo Nacional de Escultura), se encuentra en la disposición del manto sobre el frente, mucho más abierto en la primera para dejar a la vista hábito y escapulario en toda su largura.

Con respecto al autor, ha sido señalada la influencia de los maestros de Toro, especialmente en los pliegues del hábito en la parte inferior, con las abolladuras mucho más marcadas que en la obra de Fernández. Sin embargo, el análisis que ha facilitado su restauración, nos permite proponer la atribución al escultor salmantino Juan Rodríguez, activo también en Valladolid durante el segundo tercio del siglo XVII. Es significativa la comparación con esculturas como la Virgen con el Niño del convento de Jesús y María de Valladolid, tanto en la forma de definir el rostro, con la nariz y la boca pequeñas y las mejillas sonrosadas, como en el tipo de plegado. Coincide también la riqueza de la policromía, en la obra de Medina claramente inspirada en la del modelo de Fernández, con esgrafiados en todas las prendas del hábito, tanto en el frente como en la parte posterior. La inclusión del escudo del Carmelo en el pecho y los motivos florales de la orla, son elementos distintivos que al mismo tiempo indican una cronología más tardía. Por alguna razón que desconocemos, esta imagen perdió la mano derecha original siendo sustituida por otra que recibe la pluma de plata simulando que sostiene un tintero. En definitiva, se trata de una pieza de un seguidor de Fernández en el que también se ha señalado una relativa influencia de Esteban de Rueda.

Manuel Arias Martínez y José Ignacio Hernández Redondo