Piezas de los alfarjes pintados del Palacio del Mayorazgo de Quintanilla

Finales del siglo XV – principios del siglo XVI

Madera de pino policromada / medidas varias
Piezas depositadas en la Fundación Museo de las Ferias

alfarjes_todos

En las primeras décadas del siglo XX desaparecían el Palacio de Alonso de Quintanilla (en la confluencia de la calle de San Martín y la plaza del Pan) y los restos de la iglesia parroquial de San Juan de Sardón, donde el linaje de Quintanilla tenía su capilla y enterramiento. Queda, por tanto, el Palacio del Mayorazgo de Quintanilla como el único inmueble conservado en Medina del Campo que guarda memoria del Contador Mayor de los Reyes Católicos, y de sus descendientes.

Durante las obras de rehabilitación que se llevaron a cabo en este edificio hace ahora diez años, se procedió al desmontaje de los elementos constructivos del patio central porticado, así como de las pinturas murales y los alfarjes pintados que cubrían varias de sus estancias. Precisamente a la tablazón de la estructura de estas armaduras planas del Palacio del Mayorazgo de Quintanilla corresponden las tabicas que hemos seleccionado como la última “Pieza del Mes” del presente año.

Las tabicas son piezas de remate alojadas entre los pares, a modo de guillotina, en las que se representan motivos ornamentales, muy frecuentemente blasones que aparecen de forma alterna. Tal es el caso que nos ocupa en el que se alternan dos tipos de escudos heráldicos correspondientes a las armas de los fundadores: uno de ellos, el de los Ribera (cinco flores de lis de oro sobre campo de azur dispuestas en sotuer, con ocho cabezas de águila en campo de oro en la bordura) y otro, aún no identificado, en el que aparece un águila  con las alas abiertas sobre campo de gules. Las restantes tabicas muestran festones o haces de hojas atadas por una cinta.

También se muestra un guardapolvo de cintas entre pares, con motivos geométricos componiendo un doble anillado de entrelazos de ochos que forman “nudos de Salomón”. Todas las piezas están pintadas al temple sobre madera de pino y nos recuerdan el quehacer de artistas y artesanos de las postrimerías del arte mudéjar.

Restauración efectuada en el Centro de Conservación y Restauración de Bienes Culturales de Castilla y León (junio de 2011)

ESTADO INICIAL

  • El soporte sufre deformaciones estructurales (alabeos) derivadas de la baja humedad ambiental a la que han sido expuestas las piezas, llegando a producirse grietas con peligro de rotura.
  • En algunas zonas se observan señales de ataque de insectos xilófagos.
  • La policromía está muy completa a pesar de la falta de cohesión generalizada del aglutinante, motivo por el que se empapelaron cuando fueron retiradas de su emplazamiento original. En las zonas desprendidas de papel, la policromía se ha adherido a éste y se ha separado del soporte.
  • Los vivos colores originales están sumamente oscurecidos por la oxidación de barnices y betunes y por la suciedad compactada.
    Los reversos de las piezas también presentan restos de suciedad en forma de depósitos no compactados de tierra o polvo.

TRATAMIENTO REALIZADO

  • Desempapelado con mezcla de cetonas, acetatos e hidrocarburos.
  • Eliminación en la madera vista de restos de depósitos de tierra, polvo, etc. Retirada mecánica por aspiración con brochas [etanol (59) + agua (50)].
  • Fijación de policromías por impregnación de gelatinas animales (cola de conejo), con ayuda de calor húmedo y presión mediante torundas de algodón.
  • Eliminación químico-mecánica del estrato superficial con disolventes orgánicos y bisturí se ha eliminado el conglomerado de capas de resinas y aceites con capas alternas de suciedad [dimetilformamida (50) + xileno (50) para la eliminación de resinas y citrato de triamonio (5) + agua destilada (95) para eliminar la suciedad].
  • Protección de policromías por impregnación de resina acrílica en disolvente orgánico (barniz Winsord and Newton).
  • Reintegración limitada a veladuras con acuarelas del estuco visto.

Equipo técnico del CCRBCCyL: Restaurador: Pilar Vidal Meler; Químico: Mercedes Barrera; Analista de laboratorio: Isabel Sánchez; Fotógrafo: Alberto Plaza; Ebanista: Jesús Angulo