DOCUMENTOS ARCHIVO SIMÓN RUIZ 25 / ENERO – FEBRERO 2020
Cédula Real de la infanta gobernadora Juana de Austria autorizando a Simón Ruiz que pueda hacer negocios de mercancías lícitas con Francia, a pesar de las sentencias condenatorias de saca de moneda
Madrid, 9 de abril de 1559
Manuscrito sobre papel / 33 x 27 cm
Archivo Simón Ruiz. ASR, CC, C 203, 43



La Cédula Real es uno de los tipos documentales más habituales para la disposición de órdenes y mandatos de la Corona. En este caso, la infanta “princesa de Portugal” Juana de Austria, como gobernadora de Castilla durante la ausencia de Felipe II por su viaje a Inglaterra para el matrimonio con María I, firma una Cédula Real mediante la cual autoriza a Simón Ruiz para que pueda negociar con Francia en tiempos permitidos o con salvoconducto y con mercancías lícitas, sin incurrir en las prohibiciones a pesar de las sentencias dadas en el Consejo Real.

El auge urbano y social durante la Edad Moderna propició que la moneda metálica pasase a formar parte de la cotidianidad. La inestabilidad monetaria es causa y consecuencia de un conjunto de estafas que podemos agrupar en torno al concepto “fraude monetario”, entre las que se encuentra el delito de “saca de moneda”, que no es otra cosa que sacar moneda del reino, actividad prohibida y no por ello poco usual, cuya jurisdicción era -a modo general- competencia del Consejo Real de Castilla. En uno de esos procesos, este Consejo condenó a Simón Ruiz a una multa de 1.000 ducados para pobres en “vista y en grado de revista”; es decir, en primera sentencia y en apelación de ésta, y a la prohibición de hacer negocios con Francia por la saca de moneda “de estos reinos”. En la exposición de la Cédula Real se advierte la solicitud del condenado o de intermediarios, en cualquier caso cercanos a la Corte, para que, atendiendo a la multa y a las súplicas recibidas, se le autorice a negociar con Francia favoreciéndose del reciente tratado de Paz de Cateau-Cambrésis, firmado apenas siete días antes que esta cédula.

Otro documento del Archivo Simón Ruiz nos ofrece más información sobre esta Cédula Real. Es una carta enviada por Yvón Rocaz a Simón Ruiz desde Nantes, fechada el 12 de abril de 1562 (ASR, CC, C, 1, 352, f.2r), en la que se indica que, al ver el secreto del fin de la compañía, “lo ganado se va en humo y costas”, y que el negocio de esa compañía no es muy fructífero, porque esta condena lastró la evolución del negocio. Aunque Simón no llegó a efectuar el pago de la multa de los 1.000 ducados para pobres, sí realizó un préstamo a “unos de la Corte” difícil de recuperar; este episodio produjo indignación a Yvón Rocaz, quien reclamó a Simón Ruiz la relación de los prestatarios, amén de una serie de críticas que se pueden resumir cuando escribe “no hando muy contento d’este negocio”.

Tal y como señala Lapeyre, Simón había puesto sus ojos en los cargamentos de telas a Sevilla, donde existía una fuerte demanda, para la cual se había asociado con unos famosos negociantes burgaleses, los Maluenda, siendo el cargamento de telas no remitido de Francia a Castilla hasta después de la firma de la Paz de Cateau-Cambrésis y posterior a la autorización a comerciar con Francia, de aquí la importancia de esta Cédula Real firmada por la infanta gobernadora Juana de Austria.

La situación provocada por la condena de saca de moneda y el préstamo a “unos de la Corte” conllevó una mala operación comercial con Yvón Rocaz, empero, este préstamo condujo a Simón Ruiz a lograr grandes beneficios con los Maluenda en otra operación comercial de venta de telas en Sevilla. Tal fue el éxito del negocio de raso, bretañas y otras telas que Simón decidió establecer un representante en esa ciudad, que entre 1560 y 1565 fue Jerónimo de Valladolid.

Álvaro Rodríguez Sarmentero

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