DOCUMENTOS HISTÓRICOS INÉDITOS 19 / JULIO – SEPTIEMBRE 2017
Carta de Carlos V en la que anuncia a la villa de Medina del Campo el nacimiento de su hijo (Felipe II)
Valladolid, martes 21 de mayo de 1527
Manuscrito sobre papel / folio (rasgado, apenas afecta al texto)
Archivo Fundación Museo de las Ferias. AFMF, caja 04-11
Presenta la firma autógrafa de Carlos V



En la ciudad de Valladolid, en el lluvioso martes 21 de mayo de 1527, Isabel de Portugal daba a luz un niño en el palacio de los Condes de Ribadavia (también conocido como palacio de Pimentel), morada habitual de los monarcas en sus estancias vallisoletanas. En palabras de fray Prudencio de Sandoval, Cronista del Emperador, “Sucedió el parto a 21 de mayo, a las cuatro de la tarde en las doce Calendas de junio, la luna menguante, día de San Mancio, en la villa de Valladolid (que ahora es ciudad), en la Corredera de San Pablo en las casas que entonces eran de Don Bernardino Pimentel y ahora son del conde de Ribadavia” (Historia de la vida y hechos del Emperador Carlos V... Amberes, G. Verdussen, 1681. Lib. XVI, Cap.12).

Según refieren las crónicas regias, el parto fue muy largo, de más de trece horas, del que nació un varón de tez muy blanca, rizados cabellos rubios y ojos azules como su padre el Emperador, que estuvo presente en el alumbramiento. De inmediato, las campanas anunciaron el nacimiento del heredero, al tiempo que la noticia se confirmaba a las ciudades y villas del reino mediante cartas reales firmadas por el propio monarca, como la que presentamos que es precisamente la dirigida al “Concejo, justicia, regidores, cavalleros, escuderos, oficiales y omes buenos de la noble villa de Medina del Campo…”. Se advierten dos manos en la redacción del breve texto: una que escribe previamente la noticia y otra posterior, de trazo más grueso, que anota el día del parto “oy martes xxi del presente”, el género de la criatura “hijo” y la fecha del envío de la carta “xxi” y “mayo”, justamente el mismo día del nacimiento.

Seis semanas después, el miércoles 5 de junio, el infante era bautizado por el Arzobispo de Toledo en la contigua iglesia del convento de dominicos de San Pablo, en una solemne ceremonia en la que le fue impuesto el nombre de Felipe, actuando como padrinos Don Íñigo de Velasco, Condestable de Castilla, quien le llevó en sus brazos hasta la iglesia, el Duque de Béjar y la hermana mayor del Emperador Doña Leonor, la Reina de Francia.

Valladolid celebró varias fiestas con motivo de este acontecimiento, todas ellas en la Plaza de San Pablo. En primer lugar, el 22 de febrero de aquel año, día de la llegada a la entonces villa de la Emperatriz Isabel, con una fiesta de toros corridos. Tras la ceremonia del bautizo del 5 de junio, los días 7 y 8 se celebraron torneos construyéndose un palenque para la ocasión en el que “muchos caballeros justaron muy bien”; incluso participó el propio Emperador el domingo 16 de junio, quebrando 17 lanzas de 19 carreras en un escenario muy ricamente adornado que será recordado posteriormente en innumerables ocasiones. (Sobre estas ceremonias y festejos conmemorativos celebrados con motivo del nacimiento y bautismo de Felipe II, hay dos buenas descripciones: una escrita en 1544 por fray Juan Osnaya, testigo directo de los hechos, y otra publicada por José Mª March, “Nacimiento y bautizo de Felipe II según una relación manuscrita desconocida”, en Razón y Fe, 83, 1928, pp.209-224).

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Antonio Sánchez del Barrio


Transcripción

+ El Rey

Concejo, justicia, regidores, cavalleros, escuderos, oficiales y omes buenos

de la noble villa de Medina del Campo / porque sé el plazer y alegría

que dello avreis, os hago saber que ha plazido a nro. Señor de alumbrar

a la emperatriz e Reyna my muy cara e muy amada muger, pario

oy martes xxi del presente un hijo / espero en Dios que

será para su servicio y grand bien destos reinos / e el plegar que sea

para que mejor yo le pueda servir pues para este fin lo he deseado

en vall[adol]id a xxi días de mayo de dxxvii años

Yo el Rey