CASULLA Y DALMÁTICAS CHINAS

Anónimo chino. China, hacia 1860
Seda y brocado / dalmáticas: 110 x 78 cm.; casulla: 117 x 67 cm
Convento de San José (MM. Carmelitas Descalzas), Medina del Campo


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Los tres ornamentos religiosos se encuentran confeccionados con elementos chinos y occidentales. Para las partes destacadas se han utilizado fragmentos de bordados de mantón de Manila, montados en brocado de grandes flores occidentales, con acertado gusto y armonía. El origen del mal llamado «mantón de Manila» es básicamente oriental. Las chinas usaban «chales» durante la dinastía Táng (618-907). En España, al prohibir los Reyes Católicos a las mujeres árabes que llevarán el rostro tapado, optaron por el «chal» o «manta» sobre la cabeza que copiaron las mujeres cristianas evolucionando hacia la mantilla española. La palabra shal es de origen persa y los primeros chales que se usaron en Europa provenían de la India. Muy probablemente los persas llevaron el shal a la India y a China que en origen era una pieza rectangular.

Se dice que el mantón de Manila tiene alma árabe y cuerpo chino dado que, al llegar los españoles a Filipinas y viendo la destreza de los chinos con las sedas bordadas, optaron por imitar las formas de las mantillas con las técnicas chinas. Aunque es una prenda tardía, los galeones de Acapulco traían inmensas cantidades de seda en diversas variantes, desde la seda cruda a los productos más elaborados.

Por los fragmentos de mantón de Manila que vemos en estas piezas, su hechura la podemos fechar hacia la década de 1860, dado que los motivos son de grandes dimensiones. Aparecen figuras y símbolos chinos muy clásicos alusivos a la felicidad femenina: flores como peonías, magnolias, flores de loto, crisantemos, setas sagradas; mariposas, aves como pavos reales, patos mandarines, aves del paraíso y otros.

José Manuel Casado Paramio