DOCUMENTOS ARCHIVO SIMÓN RUIZ 8 / MARZO – ABRIL 2017
Juan II de Castilla concede a Lope de Barrientos facultad para establecer mayorazgos
Arévalo, 20 de diciembre de 1440

Manuscrito sobre pergamino / 53,5 x 72 cm (incluida plica)
Archivo Simón Ruiz. ASR, P 14


Por medio del documento que nos ocupa, fechado en Arévalo el 20 de diciembre de 1440, Juan II de Castilla (1406-1454) otorgó a fray Lope de Barrientos (1382-1469)­ –quien por aquel entonces ocupaba los cargos de obispo de Segovia[1], confesor del rey, oidor de la audiencia y miembro del consejo de Juan II, y canciller mayor del príncipe don Enrique, futuro Enrique IV de Castilla (1454-1474)–, la facultad legal y territorial para establecer mayorazgos, con el fin de recompensar al dominico por sus “muchos e buenos e leales e señalados seruiçios”. Con esta concesión, el monarca deseaba perpetuar la memoria de Barrientos, de su apellido y de su linaje, y que su casa fuese más “honrrada e acresçentada”.

A pesar de que el monarca haga alusión ya en 1440 al “linage” de Lope de Barrientos, según Gerardo Moraleja Pinilla y Luis Alonso Getino, habría sido el príncipe Enrique, futuro Enrique IV, quien, en fecha anterior al 23 de julio de 1454, habría concedido a fray Lope una merced por la cual la familia Barrientos se habría sumado a los seis linajes reconocidos, hasta el momento, en la villa de Medina del Campo. A este respecto, cabe señalar el testimonio de José María Quadrado, quien, a finales del siglo XIX, menciona la existencia de una “inscripción de friso” en la capilla funeraria de Barrientos, mandada construir por éste en su Hospital de la Piedad de Medina del Campo –de la que conservamos, en el Museo de las Ferias, la efigie orante y la imagen de un perro procedentes del sepulcro del prelado, un cáliz, una cruz-relicario y el báculo de san Antón–, en la que se recordaban los “títulos y blasones” del obispo, exaltando, a su vez, su condición de fundador del linaje Barrientos.

Como ha destacado Ángel Martínez Casado, la licencia concedida por Juan II en 1440 al religioso no parece tener límites. Esta le permitía establecer mayorazgo en la persona que él desease, perteneciese o no a su linaje, pudiendo, asimismo, favorecer con este título a iglesias, monasterios y hospitales. Podía constituir cada mayorazgo con “qualesquier villas e lugares e castillos e fortalezas e vasallos e heredamientos e otros qualesquier bienes e heredamientos e cosas de qualquier natura que sean […] e otrosy de qualesquier marauedís de juro de heredat” que el prelado, o bien poseyese en ese momento, o bien pudiese adquirir o recibir en lo sucesivo, ya fuese por donación real, o mediante venta, traspaso o donación de otra persona. No obstante, Barrientos no parece haber hecho uso de esta licencia hasta 1464, año en el que Enrique IV de Castilla confirma este privilegio.

Se documentan hasta tres mayorazgos que Lope de Barrientos habría repartido entre sus familiares al final de su vida, entre 1464 y 1468. El primer mayorazgo fundado por fray Lope fue el de Serranos del Castillo, entregado el 13 de julio de 1464 a su sobrino Pedro de Barrientos, hijo de Alfonso de Barrientos. Fue este mismo Pedro de Barrientos el nombrado visitador perpetuo del Hospital de la Piedad en las Constituciones de 1468, cargo del cual fue destituido el 30 de abril de 1469, en favor de Pedro Gutiérrez de Barrientos.

El segundo mayorazgo, el de Torralba, fue entregado el 30 de mayo de 1466 a su hijo, Pedro del Águila, al que en ocasiones encontramos citado en la documentación como Pedro de Barrientos. El tercero y último, el mayorazgo de La Granja de Medina, fue cedido el 23 de noviembre de 1468 al ya mencionado Pedro Gutiérrez de Barrientos.

En caso de quedar sin titular, ya fuese por falta de herederos o por incumplimiento de las condiciones establecidas, los tres mayorazgos mencionados habrían de revertir a su fundador o, si este hubiese ya fallecido, al Hospital de la Piedad de Medina del Campo, fundación con la que el obispo Barrientos aspiraba a transformar “las cosas terrenales en celestiales, y las cosas transitorias en eternas”.

Diana Lucía Gómez-Chacón
Universidad Complutense de Madrid

[1] En el documento figura como obispo de Ávila, sin embargo, Barrientos no ocupó dicha silla episcopal hasta el 19 de julio de 1441.

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BIBLIOGRAFÍA

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