DOCUMENTOS ARCHIVO SIMÓN RUIZ 4 / JULIO – AGOSTO 2016
Cartas de Amberes a Simón Ruiz con mención a tapicerías de Bruselas
27 de febrero de 1565 y 8 de abril de 1573

ASR_C3_196 ASR_C20_87


Carta de Fernando de Frías Ceballos (1)

Amberes, 27 de febrero de 1565
Texto manuscrito sobre papel / bifolio
Archivo Simón Ruiz, ASR, C, caja 3-196


Carta de Juan de Cuéllar
(2)
Amberes, 8 de abril de 1573
Texto manuscrito sobre papel / bifolio
Archivo Simón Ruiz, ASR, C, caja 20-87


Desde mediados del siglo XV Amberes se convierte en el mayor centro exportador de tapices flamencos y el mercado del “Pand”, al norte de la ciudad, es el lugar especializado en este tipo de comercio donde se darán cita tanto los importadores como los representantes de los talleres artesanos. Bruselas, por su parte, es el mayor centro productor de tapices flamencos donde se emplea lana castellana para su confección y seda italiana e hilos de oro y plata de Milán para aquellas piezas más finas que llevan bordados. Entre sus producciones destacan, por un lado, las composiciones de “verduras” o bocages que incluyen paisajes boscosos con cazadores, perros, venados o jabalíes. De otra parte, empiezan a verse composiciones con figuras o “historias” en las que aparecen personajes de las Sagradas Escrituras –en particular, del Antiguo Testamento, como la historia de Abraham mencionada en la carta de Frías Ceballos, muy del gusto de Simón Ruiz-, o de la antigüedad clásica: tanto escenas mitológicas (como ejemplo podemos ver en esta exposición el tapiz que representa un pasaje del mito de Vertumno y Pomona), como pasajes de la antigua de Roma.

Los tapices tienen variados tamaños: para colgar en las paredes de las cámaras o habitaciones, como cobertores para el ornato de cama o, más pequeños, para guarnecer cojines y almohadones. Las dimensiones se calculan en anas, una medida de longitud flamenca que será introducida en España y que equivale a unos 70 centímetros. Las dimensiones expresan la largura (entre 4 y 7 anas, a veces hasta 8),  la caída (entre 3 ½ y 5 anas) y la superficie de la tela en anas cuadradas. Los precios dependían mucho de la calidad de la obra y lo fino de su acabado pero, en cualquier caso, alcanzaban grandes sumas (no menos de 13 sueldos por ana). Con todo, estas producciones suntuarias resultaban muy atractivas en el mercado español, de ahí que Simón Ruiz no desdeñara este negocio e importara tapices flamencos enviados por sus factores asentados en Amberes para venderlos en las ferias de Medina donde obtenía pingües beneficios ganando hasta tres ducados por ana, como le sugiere Juan de Cuéllar en su carta.

La forma de transportar los tapices era envolviéndolos en fardos de lienzo que eran embarcados desde Amberes rumbo a Calais con dirección a Rouen, Nantes y, desde allí, ganar la costa cantábrica, generalmente el puerto de Bilbao. Como contrapartida, Simón Ruiz enviaba a Flandes barriles de aceite, sal, cochinilla, pimienta y azafrán.

Fernando Ramos González


Transcripciones parciales de las cartas a partir de Vázquez de Prada (1960, II)


(1)  […]La tapizería tengo ya en mi casa y se cargará en la primera nao y esper en Dios contentará a v.m., particularmente la orla, que es muy rrica para su preçio, y en el boscaxe ban los personajes pequeños y también los benados, porque así lo comiençan a usar, paresciéndome paresciera mejor.

(2) […] Tocante a la tapizería yo he aguardado a que saliese algún buen lanze, porque voy de ordinario a donde se vende y hablo a los corredores y veo todo lo que ay. Y a un mes que vino una de Brusselas que me contentó y anduve de 15 días rregateándola, porque entendí que el dueño tenía nezesidad de dineros y asy la compré, que es de la historia de Abrahan, 9 piezas. Son 2 de 3 anas y 2 de 4 y 2 de 5 y 2 de 6 y una de 7 anas de largo, y de 4 ½ de caída, que son 193 anas ½ .Ella tiene muy buenos rostros y llena de obra y muy hermosas sanfas o bordes y la estoffa buena, de dura, que si v. m. la quisiere vender hallará en Medina tres ducados el ana. En verdad que un amigo le dava a hacer una cámera de 4 de caída de lo mismo y le ofreció a 12 sueldos y no quiso menos de 13 sueldos 4, que siempre la a vendido a ese precio (…) Yo espero que esta tapizería contentará a v.m. y a los que más la vieren.


BIBLIOGRAFÍA

Vázquez de Prada, V., «Tapisseries et tableaux flamands en Espagne au XVIe siècle», en Annales. Économies, Sociétés, Civilisations, 10e année, nº 1, 1955, pp. 37-46.

Vázquez de Prada, V., Lettres marchandes d’Anvers. École Pratique des Hautes Études, T I-IV, Paris, SEVPEN, 1960, Tome II, pp. 23-24 y 91-92.

Manrique Figueroa, C. A., “Las cartas de Amberes de Simón Ruiz y su agrado por las tapicerías flamencas”, en Congreso Internacional Imagen Aparencia, ,19 a 21 de noviembre de 2008. Universidad de Murcia, Servicio de Publicaciones, 2009. pp. 2-14.

Sánchez del Barrio, A. (dir.) Simón Ruiz: mercader, banquero y fundador, Fundación Museo de las Ferias, 2016, p. 212, nos 27 y 28.

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