Cáliz del obispo Barrientos

Anónimo francés (?)
Primer tercio del siglo XV
Plata cincelada y sobredorada, con esmaltes / 25 x 16 x 8 cm
Inscripción: “CA / LI / CE / IN /S / A , MA / RIA / GR / ACI / APL(ENA) /”
Fundación Simón Ruiz. Medina del Campo (pieza depositada en el Museo de las Ferias)


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Entre las obras artísticas que se conservan en Medina del Campo procedentes del legado del obispo fray Lope de Barrientos figura este extraordinario cáliz que presenta su escudo de armas, circunstancia que nos garantiza su origen, y una cruz potenzada que lo relaciona con el hospital que él mismo fundó en su villa natal bajo la advocación de la Piedad y San Antonio Abad.

Fray Lope, destacado dominico que ocupó sucesivamente las sillas episcopales de Segovia, Ávila y Cuenca, muriendo electo de la de Santiago, fue un notable personaje de los reinados de Juan II y Enrique IV, llegando a ser Consejero y Canciller Mayor del primero y Preceptor del segundo; también lo fue, junto con Gonzalo de Illescas, de la reina Isabel la Católica. Nacido en Medina del Campo en 1382 y muerto en Cuenca en 1469, ordenó en su testamento ser enterrado en el citado hospital de San Antón, establecimiento al que dejó numerosas obras artísticas. Entre ellas, la primera citada en su testamento es «el cáliçe e anpollas con que nos çelebramos en pontifical«, pieza que identificamos con el cáliz que ahora abordamos.

A primera vista, parece claro que la tipología de este cáliz es muy diferente a la de los realizados en Castilla en aquel tiempo, lo que nos hace pensar en una obra de importación que, con toda probabilidad, llegaría a manos del obispo bien como regalo en alguno de sus viajes de Estado o bien por adquisición a algún afamado taller francés en los tiempos en que la corte papal residía en Aviñón. Los motivos decorativos que presenta formados por hojas de acanto, el uso de esmaltes traslúcidos y la propia forma bulbosa del nudo, en el que aparecen seis chatones circulares esmaltados con diferentes representaciones, son características propias de las producciones artísticas del sur de Francia y norte de Aragón, en las que queda patente la influencia de la Toscana. Corrobora esta hipótesis la existencia de otras obras pertenecientes al patrimonio del obispo, de clara procedencia francesa y similar cronología, como el bastón de San Antonio Abad, también presente en esta Exposición. La ausencia de marcas nos impide conocer con mayor precisión el lugar de origen y el nombre del autor de tan magnífica pieza.

Manuel Arias Martínez relaciona este cáliz -a pesar de sus sustanciales diferencias compositivas- con el de la Colegiata de Santa María de Caspe, procedente de Aviñón, apuntando la coincidencia de que fue en esta ciudad zaragozana donde en 1412 fue proclamado rey de Aragón otro medinense ilustre, el infante D. Fernando de Antequera, en cuya coronación se cree que se utilizó dicho cáliz. También recuerda paralelismos estéticos con otras piezas fechadas en la primera mitad del siglo XV, como el cáliz del cardenal Juan de Torquemada, dominico vallisoletano contemporáneo de Barrientos, que hoy se conserva en el Museo de Dortmund y que fue realizado en Toscana hacia 1440.

Respecto a sus características formales, la copa es acampanada y lisa presentando tan sólo un fino cordón en su parte central y, en su base, una delicada decoración vegetal de sarmientos rameados que ocupa toda la subcopa; de ella arranca el astil, prismático de sección hexagonal, en cuyas tres partes figura la inscripción gótica mencionada, alusiva a la Virgen María y la Eucaristía; entre ellas se sitúa el nudo de forma bulbosa, con las medallas circulares ya aludidas en las aparecen representados los santos Pedro y Pablo, otros dos apóstoles, la Virgen y una cruz potenzada. El pie del cáliz está formado por seis paños o campos canteados en las aristas por hojas de acanto que se derraman hasta la base, que es de contorno mixtilíneo y con el borde rematado en un friso de tracería calada de cuadrifolias inscritas en círculos. En la parte inferior, tres de los dichos paños presentan incrustados sendos medallones circulares en los que aparecen: una cruz potenzada y dos escudos cortados en el jefe con borduras de carácter decorativo, que se corresponden con las armas de Fray Lope de Barrientos (su escudo lo hemos visto en otras obras con sus metales y colores originales: jefe de sínople sobre campo de plata).

El cáliz se conservó en el referido hospital de la Piedad y San Antón hasta la incorporación de todo su patrimonio al Hospital General de Simón Ruiz en 1864, a cuya Fundación pertenece en la actualidad.

Antonio Sánchez del Barrio